Condena
Nacemos con un albatros
alrededor del cuello;
su peso sobre cada vértebra
nos recuerda que el azar
declina y no conjuga
el verbo de nuestra voluntad:
habrá destinaciones
que podremos escoger
o no,
y llegar, sea en avión, tren
o a pie,
rápida o lentamente,
o nunca,
pero otros destinos
se inclinarán por azar
como una pendiente
imán que nos succionará,
y otros lugares o personas
ni siquiera nos rozarán.
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