Cielo cocina


Hoy, garbanzos con chorizo.

Congelados en proceso de.

Los separo y cuento y me descuento
y vuelta a empezar, destruyo la montaña
de hielo y un garbanzo, dos, tres,
hasta cientos. Garbanzos para no pensar
en esta, mi casa, a punto de desvanecer,
en esta, mi cama, alcoba de sueños
y noches insomnes, ojos abiertos hasta no poder más,
hasta los días marmota, en que he caído muerta
y harta,

garbanzos hasta picos de ciento diez, creo, y chorizo

rojo

para pintar mis ojos, y ver todo con este color,
el mío, y no pensar en este jardín y su fantasma,
que ya es ingente almacén de recuerdos. Muero

en el plato, se funde

esto que sale proyectado desde mi nariz, aire
vapor, deseo mutado en vacío. ¡Vacío! Nada
deshago el alma en sus prendas y las doblo
para esconderlas en los cajones y bajo las baldosas,
algo de mí, aquí, para cuando ya no quede
más que un aire revoltoso.

Alguna vez hay que.

Sí.


Comentaris

Gràcies pel poema. La veritat senzilla i simple del nostre viure. Aquesta és de les poques banderes per mi venerades. Llum interior que humanitza els éssers humans i les seues relacions amb el món.
Una abraçada,poeta.
escribiente ha dit…
Un plato de garbanzos con chorizo nos puede sacar del infierno, dar calor y color a la vida

Un beso
Luis