Cadena perpetua


Drenar el pensamiento
y vaciar aguas pútridas,
no tolerar lagunas
de agua negra,
y pensar y purgar,
purificar la historia
y la memoria. Escribir
en todas partes, en las paredes
y el suelo, en los vasos y las puertas,
letras de agua enferma
y tatuar el camino como fue.

Abandonar ahí, donde sea,
a los monstruos y sus gritos.
Pensar y condenar a los duendes
malos a estar entre letras
que son rejas, donde sea,
un autobús, una ventana,
una hoja, en la piel,
pero siempre de forma
perpetua.


Comentaris

escribiente ha dit…
Escribir mucha veces es eso, conjurar demonios, darles nombre y tomar poder sobre ellos, pero son insistentes y una y otra vez vuelven; por eso se escribe y se escribe...

Un beso

Luis