Registros oficiales


Si me preguntan si te conozco, diré que sí, pero no hasta dónde. Si insisten y preguntan si nos vemos, responderé que sí, para trabajar. Entonces, siguiendo la lógica del diálogo, me dirán que no sabían que trabajamos juntos, y preguntarán por la empresa. Y yo diré que es privada, responderán que como todas, aclararé que somos los únicos socios. Me mirarán con cara de asombro, tampoco sabían esto, y cavilarán y preguntarán que si por estar tantas horas en el mismo lugar y conociéndote a ti y conociéndome a mí tenemos algún rollo, diré que muchos, de papel, en los libros que leemos y escribimos. En este punto empezarán a no entender mi registro. Bajo la lógica aplastante del intercambio mercantilista, insistirán y preguntarán si por ello cobramos mucho. Nada. Achinarán los ojos y, antes de que digan algo, afirmaré que estamos locos, mucho, que todo esto es por amor… ¿Amor? Sí, por amor al arte. Pero la sospecha quedará ahí, entonces, ¿amantes, novios? No. Rotundo. ¿Matrimonio en Las Vegas? No. Mayúsculo. Y no tenéis ningún rollo,… No, bueno, muchos. Sí, sí, ya lo has dicho, en las páginas. Sus cerebros empequeñecidos a causa del uso repetido de los mismos registros (no así su inteligencia, bien a salvo) empezarán a emitir chasquidos. Les diré que no, que rotundamente esto es mayúsculo y por amor al arte, y que un día tuve que refugiarme en casa porque ya se enfriaba el aire y empezaba a caer la muralla, que era en realidad la humedad de la noche. Además, otro día a medianoche tuve que colgar el semáforo porque después de más de una hora hablando contigo ya me quemaba la oreja. Añadiré que al salir para ir a trabajar a esta empresa siempre olvido el sofá en el colgador de la entrada cuando llueve. Me reiré cuando les diga que no me gusta fregar los zapatos y por eso en mi cocina es una epopeya preparar café los domingos por la mañana. Recordaré en voz alta que tengo que cambiar los neumáticos al armario, que la ITV* es en marzo del año que viene. Pensarán que me falta un tornillo al decirles que duermo en una piscina olímpica que muta en jardín, ideal para hacer picnics. Me despediré diciendo que nunca podrán abrazar el tamaño de este planeta, nunca alcanzarán el registro de libertad que nos ampara si sus lenguas, dientes y saliva se empeñan en manejar una y otra vez los registros oficiales. Del lenguaje.


*ITV: Inspección Técnica de Vehículos


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